En la tercera entrega de estos Episodios de una Guerra Interminable, de los que ya hemos hablado aquí con anterioridad -ver Inés y la Alegría y El lector de Julio Verne- Almudena Grandes se centra casi en exclusividad en el Madrid de la posguerra inmediata, años 40. El escenario son las cárceles, y el contexto la supervivencia y pobreza de muchas familias, algunas constituidas casi en exclusiva por huérfanos de la guerra. Algunos de estos personajes son niños o adolescentes que no han sido movilizados en la guerra por lo que son "casi ajenos", aunque evidencia que no podía haber nadie ajeno a todo lo que acontecía en aquella aparentemente silenciada España.
La novela inicia su historia muy anclada en la pobreza y el miedo que se vivía en la capital. Pero no todo es miedo. Cuando la autora habla de supervivientes habla de personas que crecieron y se crecieron en ese entorno, la supervivencia en ese momento incluye la aceptación de lo que sucede pero también el amor, que a veces surge irrespetuoso en las peores circunstancias.
Las tres bodas de Manolita es una historia de represión y lucha política, es una novela policíaca basada en hechos reales, muy reales y con algún nombre propio. Descubre también algunas historias, poco investigadas todavía, sobre que sucedía con algunos de estos niños, niñas sobretodo, a los que el estado tuteló para "salvarles" de sus "degenerados" padres rojos. No sólo hace memoria sino que aporta alguna novedad en ese ámbito.
Interesante, entretenida, interminable en lo extenso y apasionante. Yo no puedo más que recomendarla, con la misma devoción que la devoré.
Qué interesante... creo que lo voy a incorporar a mi lista de próximas lecturas.
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